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La Quinua: el Superalimento que mitiga los efectos de las crisis

Quinua, la superheroína contra la hambruna

La sabiduría tradicional de los pueblos andinos advertía desde tiempos anteriores a Cristo acerca de las posibilidades de la quinua como planta salvadora de hambrunas. Cuenta una leyenda cómo una estrella, luego de conocer a un joven campesino que iba en busca de un ladrón de papas, bendijo al pueblo aymara con “granos dorados “de los cuales brotaron unas plantas, que pronto maduraron y produjeron abundantes frutos que llegaron para alimentar al pueblo andino. Se trataba de la quinua.

Melisa Murialdo

Publicado: 2022-09-19

La sabiduría tradicional de los pueblos andinos advertía desde tiempos anteriores a Cristo acerca de las posibilidades de la quinua como planta salvadora de hambrunas. Cuenta una leyenda cómo una estrella, luego de conocer a un joven campesino que iba en busca de un ladrón de papas, bendijo al pueblo aymara con “granos dorados “de los cuales brotaron unas plantas, que pronto maduraron y produjeron abundantes frutos que llegaron para alimentar al pueblo andino. Se trataba de la quinua. 

Economistas expertos afirman que la Covid-19 producirá "nuevas bolsas" de hambre, principalmente en aquellos países importadores netos de alimentos.

La quinua es atractiva a nivel mundial por su alto contenido proteico. Es un grano (no es un verdadero cereal) que se usa comúnmente como sustituto de la carne, una tendencia que va en alza a lo largo y ancho del mundo. Es baja en carbohidratos y no contiene gluten, un combo perfecto para aquellos interesados en el consumo de alimentos de calidad y razón por la cual su popularidad como “superalimento” no ha parado de crecer. Su versatilidad la hace adaptable a platos gastronómicos muy distintos e incluso se consume en snacks y desayunos, además de verse en platos principales.

En 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) validó sus cualidades nutricionales de la quinua y su contribución potencial en la lucha contra el hambre y la desnutrición, declarando el “Año Internacional de la Quinua” en reconocimiento a los pueblos andinos que han mantenido y preservado la quinua como alimento a través del tiempo de manera sustentable protegiendo al medio ambiente.

Esta planta se originó en los alrededores del lago Titicaca, que comparten Perú y Bolivia y que su domesticación pudo haber ocurrido entre los años 3.000 y 5.000 a.c.

Esta maravillosa planta con más de 7500 años, de la cual Perú es orgulloso productor; posee excepcionales propiedades nutritivas, que la hacen producto de exportación y que hoy más que nunca debemos valorar.

Al cierre del 2019, las agroexportaciones bordearon los US$ 7.500 millones, marcando una cifra récord en la venta de nuestros productos agrícolas a los principales mercados del mundo; vislumbrando en condiciones “normales” que el 2020 iba a ser un buen año para nuestros insumos y fijando así una meta para el sector de US$ 8,000 millones en ventas de alimentos.

Claro que nadie se imaginaba a fines del año pasado que el virus iba a trascender las fronteras de la forma y la rapidez en que lo hizo, convirtiendo a los mercados en puntos de propagación del virus y cambiando de esa manera las proyecciones económicas de todas las actividades, generando de a poco el cierre y los números negativos en diversos sectores de la economía del país y del mundo. 

De enero a mayo de 2020, las agroexportaciones peruanas (tradicionales y no tradicionales) sumaron más de US$ 2.500 millones, siendo el único sector que cerró en azul en los primeros cinco meses del año, a pesar de la cuarentena.

En base a datos del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), que el subsector agrícola haya podido mantener valores similares a 2019 a pesar de la situación negativa en los demás sectores, se debe a la evolución alcista de venta internacional de frutas, que contribuyó con el buen dinamismo de las agroexportaciones no tradicionales, cuyas ventas de acuerdo a la Dirección General de Seguimiento y Evaluación de Políticas del Minagri sumaron US$ 2.428 millones en los primeros cinco meses del 2020. Es decir, gracias básicamente al impulso de la mayor producción de: páprika que aumentó en 46,6% (en Lima, Piura y Ancash), quinua 18% (en Ayacucho, Apurímac y Puno), arándano 17% (en Piura), papa en 7% (en Ayacucho, Puno y Huancavelica), uva 7% (en Ica y Piura), entre otros.  

Es así que, pese a los impactos reduccionistas generados por la pandemia del coronavirus, la agricultura sigue creciendo y aunque todos los subsectores redujeron el número de empleos; la agroindustria mantiene un stock de 457.891.000 (+3.8%) gracias a los mayores envíos de nuestros productos agrícolas.

Los envíos al exterior más destacados del período fueron:

• quinua (U$S 49,8 millones),

• alcohol etílico (U$S 31,6 millones),

• páprika (U$S 30 millones),

• arroz (U$S 24,6 millones) y

• jengibre (US$ 23 millones)

Dentro de los principales productos que explican el crecimiento acumulado del subsector agrícola junto a las frutas, se encuentra la Quinua; cuyas exportaciones aumentaron un 6% con respecto al mismo período de 2019.

La quinua alcanzó un total de ventas de U$S 49.808, según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT); a pesar de los números negativos no sólo en varios sectores de la economía sino también en la variación de ventas de otros productos agrícolas, la exportación de quinua sigue ascenso. Los primeros cinco meses del 2019 y de 2018 habían registrado valores que no llegaban a U$S 47.000 y para el mismo período de 2020, en plena pandemia mundial registra valores cercanos a los U$S 50.000. De esta forma, el arranque de 2020 es alentador y parece indicar que este será un muy buen año para un cultivo que encuentra condiciones ideales en el Perú.



Escrito por

melmurialdo

Contadora Pública. Redactora Analista y Creadora de Contenidos para Latinoamérica.


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Economía y Coronavirus

Temas Económicos en Tiempos de Crisis